Conservar tomates es una forma estupenda de preservar su sabor fresco durante todo el año. Son versátiles y se pueden utilizar en muchas recetas. Para enlatar tomates, quíteles la piel, hiérvalos con ácido añadido y ciérrelos herméticamente. Sigue los pasos de seguridad para asegurarte de que se pueden comer sin peligro. ¡Disfruta de tu cosecha de tomates todo el año!
Por qué conservar los tomates

Los tomates son una fruta versátil que puede utilizarse en una gran variedad de recetas. Son deliciosos frescos, pero también se pueden conservar para disfrutarlos todo el año. Conservar tomates no sólo permite disfrutarlos fuera de temporada, sino que también ayuda a reducir el desperdicio de alimentos y a ahorrar dinero.
El enlatado es un método popular de conservación de tomates. Consiste en procesar los tomates en un baño de agua caliente o en un enlatador a presión para matar las bacterias y evitar que se estropeen. Los tomates en conserva pueden utilizarse en sopas, guisos, salsas y otros platos. También pueden servir de base para preparar ketchup o salsa caseros.
El secado de tomates es otro método de conservación. Los tomates secos pueden utilizarse en ensaladas, sándwiches y platos de pasta. También pueden triturarse y utilizarse como condimento.
La congelación es una forma sencilla y cómoda de conservar los tomates. Los tomates congelados pueden utilizarse en sopas, guisos y salsas. También se pueden descongelar y utilizar como guarnición de pizzas o ensaladas.
El escabeche es una forma única de conservar los tomates. Los tomates en escabeche pueden utilizarse como guarnición o añadirse a los bocadillos para darles un toque crujiente.
Al conservar tomates, es importante utilizar tomates maduros de alta calidad. Elija tomates sin manchas ni magulladuras. Lávelos bien antes de conservarlos.
También es importante seguir los procedimientos de enlatado adecuados para garantizar la seguridad y evitar el deterioro. Utilice recetas probadas y siga cuidadosamente los tiempos y temperaturas de elaboración.
Conservar tomates es una forma estupenda de disfrutar de los sabores del verano durante todo el año. Con un poco de esfuerzo y conocimientos, puedes tener la despensa llena de deliciosos productos caseros a base de tomate para disfrutarlos siempre que quieras.
Preparación de los tomates para conserva
Cuando se trata de enlatar tomates, la preparación es clave. Una preparación adecuada de los tomates garantizará su consumo y su sabor cuando los abra meses después. Estos son los pasos que debe seguir para preparar los tomates para la conserva.
Selección de tomates
Al seleccionar los tomates para enlatar, es importante elegir tomates maduros pero no demasiado maduros. Los tomates demasiado maduros pueden estar demasiado blandos y no aguantar bien el proceso de enlatado. Busque tomates firmes, sin manchas y de color rojo intenso. Si cultiva sus propios tomates, recójalos cuando estén completamente maduros pero aún firmes.
Lavar y escaldar tomates
Antes de empezar a enlatar los tomates, hay que lavarlos bien. Enjuáguelos con agua fría y frótelos suavemente para eliminar cualquier resto de suciedad. Una vez limpios, hay que escaldarlos. El escaldado es el proceso de hervir brevemente los tomates para aflojar la piel y matar cualquier bacteria que pueda estar presente.
Para escaldar los tomates, ponga una olla grande con agua a hervir. Añada con cuidado los tomates al agua hirviendo y déjelos cocer durante unos 30-60 segundos. Retire los tomates del agua hirviendo y páselos inmediatamente a un recipiente con agua helada. Así se detendrá el proceso de cocción y será más fácil quitarles la piel.
Pelar y sembrar tomates
Una vez escaldados y enfriados los tomates, es hora de pelarlos y quitarles las semillas. Empieza quitando el tallo de cada tomate. Luego, con un cuchillo de pelar, haz una pequeña X en la parte inferior de cada tomate. Así será más fácil pelarlos.
Para quitar la piel, basta con pelarla empezando por la X de la parte inferior del tomate. Si la piel no se desprende fácilmente, puede utilizar un pelador de verduras para ayudar a aflojarla.
Una vez retirada la piel, corta el tomate por la mitad y exprime suavemente las semillas y el zumo. Puedes utilizar una cuchara para quitar las semillas más difíciles. Si vas a enlatar tomates enteros, puedes saltarte este paso y dejar las semillas y el jugo intactos.
Siguiendo estos pasos, tendrás tomates perfectamente preparados y listos para enlatar. Con un poco de práctica, podrás enlatar tus propios tomates como un profesional.
Métodos de conservación

Cuando se trata de enlatar tomates, existen dos métodos principales: enlatado al baño maría y enlatado a presión. Ambos métodos consisten en esterilizar los tarros, llenarlos de tomates y procesarlos para conservar el contenido. Sin embargo, difieren en el tipo de equipo necesario y en el tiempo de procesado.
Conservas al baño maría
El enlatado al baño maría es un método sencillo y asequible de conservar tomates. Consiste en utilizar una olla grande de agua hirviendo para procesar los tarros de tomates. Este método es adecuado para alimentos muy ácidos, como los tomates, porque el calor elimina las bacterias y evita que se estropeen.
Para enlatar tomates al baño maría, necesitará:
- Una olla grande con una rejilla o cesta para sujetar los tarros
- Tarros, tapas y bandas para conservas
- Un elevador de tarros y un embudo para conservas
- Zumo de limón o ácido cítrico para la acidificación
Estos son los pasos básicos para hacer conservas al baño maría:
- Esterilice los tarros, las tapas y los precintos en agua hirviendo durante 10 minutos.
- Preparar los tomates lavándolos, pelándolos y quitándoles el corazón.
- Añada zumo de limón o ácido cítrico a cada tarro para acidificar los tomates.
- Llenar los tarros con tomates y añadir agua caliente, dejando 1/2 pulgada de espacio libre.
- Limpie los bordes con un paño limpio y húmedo y coloque las tapas encima, apretando las bandas.
- Coloque los tarros en la olla de agua hirviendo, asegurándose de que queden cubiertos por al menos 2,5 cm de agua.
- Procese los tarros durante el tiempo recomendado, normalmente 35-45 minutos para pintas y 45-85 minutos para cuartos.
- Sacar los tarros de la olla y dejarlos enfriar sobre una toalla durante 12-24 horas.
Conservas a presión
El enlatado a presión es un método más avanzado de conservar tomates que requiere un enlatador a presión especializado. Este método es adecuado para alimentos poco ácidos, como la salsa de tomate y los dados de tomate con verduras añadidas, porque la temperatura y la presión más altas son necesarias para eliminar las bacterias dañinas.
Para enlatar tomates a presión, necesitará:
- Una olla a presión y una rejilla para sujetar los tarros
- Tarros, tapas y bandas para conservas
- Un elevador de tarros y un embudo para conservas
- Zumo de limón o ácido cítrico para la acidificación
Éstos son los pasos básicos para hacer conservas a presión:
- Esterilice los tarros, las tapas y los cierres en agua hirviendo durante 10 minutos.
- Preparar los tomates lavándolos, pelándolos y quitándoles el corazón.
- Añada zumo de limón o ácido cítrico a cada tarro para acidificar los tomates.
- Llenar los tarros con tomates y añadir agua caliente o zumo de tomate, dejando 1/2 pulgada de espacio libre.
- Limpie los bordes con un paño limpio y húmedo y coloque las tapas encima, apretando las bandas.
- Coloque los tarros en la olla a presión, siguiendo las instrucciones del fabricante en cuanto al nivel de agua y la presión.
- Procese los tarros durante el tiempo y la presión recomendados, normalmente 25 minutos para pintas y 30 minutos para cuartos de galón a 11 libras de presión.
- Apague el fuego y deje enfriar el enlatador antes de sacar los tarros.
- Deje enfriar los tarros sobre una toalla durante 12-24 horas antes de comprobar los cierres.
Al enlatar tomates, es importante seguir los tiempos de procesado recomendados y las directrices de acidificación para garantizar unos resultados seguros y sabrosos. Además, puedes experimentar añadiendo hierbas, especias y otras verduras a tus tomates en conserva para darles un toque personalizado.
Conservación y uso de los tomates en conserva
Almacenamiento adecuado
Los tomates en conserva tienen una larga vida útil, pero un almacenamiento adecuado es crucial para mantener su calidad y seguridad. Guarde los tomates en conserva en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa. Compruebe que los tarros no presentan signos de deterioro, como grietas o tapas abombadas. Si observa algún problema, deseche los tarros inmediatamente.
Una vez abiertos, transfiera los tomates en conserva que no haya utilizado a un recipiente de cristal o plástico con tapa hermética y refrigérelos. Consúmalos en 3-4 días.
Recetas e ideas para utilizar tomates en conserva
Los tomates en conserva son un ingrediente versátil que puede utilizarse en una gran variedad de recetas. Aquí tienes algunas ideas para empezar:
- Salsas: Utiliza tomates enlatados para hacer tu propia salsa para pasta, salsa para pizza o salsa marinara. Añade hierbas y especias para personalizar el sabor a tu gusto.
- Sopas y guisos: Los tomates en conserva son perfectos para añadir sabor y textura a sopas y guisos. Pruebe a añadirlos al chili, al minestrone o a la sopa de verduras.
- Salsas y salsas: Utiliza tomates enlatados para preparar tu propia salsa o dip. Añade tomate, cebolla, ajo y jalapeños para darle un toque picante.
- Guisos y platos al horno: Los tomates en conserva pueden añadir humedad y sabor a los guisos y platos al horno. Pruebe a añadirlos a la lasaña, al pastel de pastor o a los ziti al horno.
- Zumo de tomate: Utiliza tomates en conserva para hacer tu propio zumo de tomate. Tritura los tomates en una batidora o robot de cocina y cuela la mezcla por un colador de malla fina. Añade sal y pimienta al gusto.

- Pasta de tomate: Utilice tomates enlatados para hacer su propia pasta de tomate. Hierva a fuego lento los tomates hasta que se hayan reducido a una pasta espesa y concentrada. Guárdela en un recipiente hermético en el frigorífico o el congelador.
En general, los tomates en conserva son una forma estupenda de conservar la cosecha y disfrutar del sabor de los tomates frescos durante todo el año. Con un poco de creatividad, puedes utilizar los tomates en conserva en una gran variedad de recetas y platos.